Hace un año más o menos, yo también estaba de celebración en Portugal, pero en vez de Lisboa, nosotros elegimos Oporto para celebrar mi cumple y, posteriormente, volvimos a elegir esta ciudad en septiembre para celebrar nuestro aniversario de bodas.
Oporto es, para mí, una ciudad que te da más de lo que esperas.
En principio la elegimos porque, por mi trabajo, no podía ausentarme más de tres días seguidos. La proximidad, la gastronomía, el gran patrimonio histórico que puedes recorrer completamente a pie y cierto aire británico que tiene la ciudad.
Una vez allí, descubrimos que Oporto es uno de los secretos mejor guardados de Europa, ya que es digna de visitar y tiene muy poca afluencia de turistas.
La estación de Sao Bento es maravillosa.
Cenar churrasco o una "francesinha" y pulpo en un típico bar de azulejos azules portugués. Y dormir en un antiguo cine rehabilitado:
El día siguiente puedes visitar la Casa de la Bolsa, la plaza de las Libertades...
Hacer la típica excursión en barco por el Duero, ver las bodegas de Calem y acabar haciendo una fabulosa degustación de Vinho do Porto.
Después de la degustación, pasear por Vila Nova de Gaia hasta el restaurante Bacalhoeiro (os recomiendo el bacalao gratinado, no puede estar más bueno...)
Después de comer, puedes visitar los mercadillos de artesanos que te ofrece la ciudad tanto en la orilla de Gaia como en la de Oporto:
Puedes comprar los típicos manteles, delantales, agarradores para cazuelas o maravillarte con los maravillosos artesanos locales y comprar unos zapatitos para mi sobrino o carteras de trapillo:
Coger el bus turístico hasta la Torre de los Clérigos, subir sus 200 escalones y querer morir en el intento. Bajarlos y encontrarte con la maravillosa librería en la que se inspiró la de Harry Potter, LELLO E IRMAO, la librería más bonita del mundo:
Al salir, te encuentras con el "flea market" de la torre de los Clérigos los sábados por la tarde y sus maravillosas boutiques, como la de Marc Jacobs:
Yo me compré este maravilloso collar de la artesana portuense Maria Jose Mota y un bolso de mano de Jacobs:
Coger el tranvía desde el Carmo hasta la Rua de Santa Catarina:
Recorrer las tiendas de Santa Catarina y acabar merendando en el sensacional CAFE MAJESTIC:
Después puedes ir a callejear para rebajar las maravillosas meriendas de la ciudad, volver al hotel descansar y arreglarte para ir a cenar:
Es un restaurante maravilloso donde cantan fados en directo, estábamos tan lejos del escenario que no hay ninguna foto que inmortalice el momento. :(
Salir a tomar una copa para celebrar la victoria del Oporto, que ganó la liga esa misma noche.
A la mañana siguiente, preparar maletas y salir, por última vez, a disfrutar de los dulces de Portugal, así de contundente fue nuestro desayuno:
Ir a visitar el mercado de Bolhao, que es maravilloso:
Y cuento contado, ya se ha acabado. Noelia.
