DE DECEPCIONES Y MAS...

Hace semanas que llevo pensando que si hay gente de tu pasado que ya no está en tu presente es porque, quizás, no merecen seguir formando parte de tu vida.

En estos últimos tres años me he encontrado con gente así.  Cuando esta gente consigue decepcionarte tanto que ni te perdonas a tí misma seguir teniendo relación con ellos, es hora de decir adiós...

Adiós a miles de horas de charlas (¿falsas?), adiós a miles de confidencias (sinceras por mi parte), adiós a cientos de risas y adiós a compartir lágrimas (¿de cocodrilo?). Hay veces en la vida que las palabras LO SIENTO no existen ni se tienen en cuenta. Hay veces en las que una mala palabra o acción duelen más que una lanza afilada.

 Cuando sólo faltan 4 meses para mi boda, he decidido que no voy a invitar a nadie por compromiso, sólo gente a la que quiero y gente que sé que me quiere o que, por lo menos, muestra respeto por mí y mi familia. Estoy siendo totalmente unilateral, puesto que hablo de gente que vendría por mi parte y no quiero acabar este post sin pedir perdón:

Perdón porque he huido totalmente del tono que quiero darle al blog, pero necesitaba escribirlo... Las palabras se las lleva el viento y lo escrito... escrito está.